Verdes pastos, verdes caminos, benditos ojos que se pierden a lo largo de un río. El molino idílico juega con el viento un poco antes del horizonte y las nubes se desenvuelven danzantes. Paso a paso alegre nos dirigimos a un hogar. El hogar de nuestros corazones.
Llevamos la cesta llena de todo lo que pudimos encontrar en este largo camino: recuerdos, imágenes, momentos y anécdotas bajo el brazo. Queremos llegar hasta el final y corremos y aceleramos y echamos carreras con la sonrisa de un niño y el brillo del astro rey reflejado en las cristalinas aguas de los arroyos. Los dientes de león vuelan, las flores nos miran y seguimos andando hacia allí, hacia el hogar de nuestros corazones.
Saltar y reír nos viene bien de vez en cuando. Mirarnos y hablar sin palabras. Con sonrisas matutinas nos alumbramos. Con susurros nos alertamos. Con pasión nos abrazamos.
A lo lejos vemos ese hogar místico al que todos quieren llegar. Es un gran lugar aunque no sabemos qué hay allí. Esa casa ideal y serena que nos mira con el atardecer de su espalda y con el viento de cara. Mirarnos y sonreír una vez más. Bajar rodando hacia ella por el horizonte suavizado con briznas de la verde naturaleza. Acabar allí. Una vez más.
Déjame adivinar: el hogar místico son las vacaciones.
ResponderEliminarEl hogar de nuestros corazones es cualquier cosa que quieras y aprecies, cualquier cosa con la que te sientas "en casa", te sientas pleno y sereno.
EliminarNo es un período de tiempo ni tampoco un lugar. Es algo más profundo
PD: ¡Gracias por comentar! Yuju! Ahora sólo falta que me comente alguien que no conozca de nada :D
PD2: La canción del título... ¿la escuchaste? El título del vídeo en YouTube es exactamente ese, está *.*
Parece un remix para dueto del Bolero de Ravel y otra que no reconozco.
EliminarMuy bonito.