11 feb 2012

Comtine D'un Autre Ete L'apres Midi

Tumbado sobre la fina blanca hierba contemplas el más movido cielo, lleno de brochazos de movimiento y sarcasmo. La métafora de la vida hace que todo lo que el cielo representa no sean más que sombras en un atardecer fortuito. El corazón sale del pecho y paso a paso deja un rastro cristalino sobre un pasto palidecido. Me reflejo en él, soy yo, no hay forma definida sólo una idea, mi idea. Una forma, un loco. Otra forma, un cuerdo. Ambos de caramelo amargo.
Comienza la lluvia, una lluvia que embarga las emociones y deja una carcasa vacía como un huevo de fabergé a la luz de un domingo de verano.


Cuando vuelve la calma, el monstruo no se ha movido, sigue estando de pie frente a su mismo reflejo, su veracidad le deja atónito, mas no puede moverse hasta que vea otro espejismo. ¿Junto a él? ¿Delante de él? ¿Deberá estar él? Le importa poco.
Nubes de hierro le acechan mas se convierten en el algodón más dulce que la amargura pudo dar

Mil Gracias a Cris Hachi Land, por ponerme de nuevo en mi camino :)

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