Mirar por la ventana y ver las más simples gotas de lluvia que mojan sin quererlo y se las margina por malignas. El mal y el bien de las gotas de agua es decisión del empapado.
Caen y caen y caen, mojan y mojan y mojan.
Respiras y las sientes por todo tu cuerpo. Se adhieren como viajeros que buscan un hogar al que poder llegar. Cuando una cae se une a las demás, ya que una gota no moja pero un cubo de gotas en abrazo pueden empapar.
Se sienten por toda la espalda, por la nuca, se meten por donde nadie las llamó, son libres y son auténticas. No necesitan de nada que las identifique o etiquete. Siempre están presentes.
No tienen miedo y saben su que su momento llega en el instante justo que es necesario. Ellas nunca abandonaron la pasión y nunca abandonaron su misión predestinada, la misión de la gota de agua, la esencia de la gota de agua, su esencia...
Tan sólo, observa.
Caen y caen y caen, mojan y mojan y mojan.
Respiras y las sientes por todo tu cuerpo. Se adhieren como viajeros que buscan un hogar al que poder llegar. Cuando una cae se une a las demás, ya que una gota no moja pero un cubo de gotas en abrazo pueden empapar.
Se sienten por toda la espalda, por la nuca, se meten por donde nadie las llamó, son libres y son auténticas. No necesitan de nada que las identifique o etiquete. Siempre están presentes.
No tienen miedo y saben su que su momento llega en el instante justo que es necesario. Ellas nunca abandonaron la pasión y nunca abandonaron su misión predestinada, la misión de la gota de agua, la esencia de la gota de agua, su esencia...
Tan sólo, observa.
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