Nunca lo fueron.
Compartieron los momentos más tiernos de su infancia. Ambos se criaron juntos, frente a la costa de las cosas se sentaban... Uno siempre junto al otro. Se ayudaron en cada tormenta, cada uno con el paraguas del otro. Se sonrieron juntos en los días soleados. Anduvieron por caminos vacíos llenándolos de ellos mismos. La traición nunca siquiera lanzó su semilla, los malos sentimientos no lograron existir. Siempre uno al lado del otro.
Caminaron y caminaron por vidas y sueños de la mano.
Pero... nunca lo fueron. Nunca fueron amigos. Nunca necesitaron una palabra para ellos, nunca quisieron una etiqueta. No la pensaron siquiera. La única palabra que les une es aquella que sale de su corazón, es aquella que no necesita ser pronunciada.
Compartieron los momentos más tiernos de su infancia. Ambos se criaron juntos, frente a la costa de las cosas se sentaban... Uno siempre junto al otro. Se ayudaron en cada tormenta, cada uno con el paraguas del otro. Se sonrieron juntos en los días soleados. Anduvieron por caminos vacíos llenándolos de ellos mismos. La traición nunca siquiera lanzó su semilla, los malos sentimientos no lograron existir. Siempre uno al lado del otro.
Caminaron y caminaron por vidas y sueños de la mano.
Pero... nunca lo fueron. Nunca fueron amigos. Nunca necesitaron una palabra para ellos, nunca quisieron una etiqueta. No la pensaron siquiera. La única palabra que les une es aquella que sale de su corazón, es aquella que no necesita ser pronunciada.
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