Paso a paso por baldones escalonados nos deslizamos. Damos brincos y saltamos los muros de la imaginación. Caminamos por los tejados rozando las tejas blancas y acariciamos las nubes que nos observan. Cogidos de la mano seguimos con cada pierna por un riachuelo de edificios que acaba en nuestra playa.
¡Revuélcate por la arena! Escucha el rugido incesante del mar, el color azul que nos envuelve y las sonrisas sinceras. Todo está en conjunto de manera idílica.
¿Acaso no recuerdas mis palabras? Están allí, escritas a fuego en el corazón de la Tierra. ¿Las ves? No están ocultas para tus ojos, el mar no se las llevará y el viento no podrá con ellas.
Son palabras, sólo palabras, lo sé, pero dentro tienen el significado que buscas. La idea que las sustenta es tu esencia misma y tu mejor cara las ilumina. ¿No las sientes? Están tatuadas en tu alma, tan sólo mira dentro y podrás saltar tan alto como quieras.
Sólo siéntate en una nube. Abre tu diario y léelas, no llores, ya lloraste bastante, sólo queda la sonrisa.
¡Revuélcate por la arena! Escucha el rugido incesante del mar, el color azul que nos envuelve y las sonrisas sinceras. Todo está en conjunto de manera idílica.
¿Acaso no recuerdas mis palabras? Están allí, escritas a fuego en el corazón de la Tierra. ¿Las ves? No están ocultas para tus ojos, el mar no se las llevará y el viento no podrá con ellas.
Son palabras, sólo palabras, lo sé, pero dentro tienen el significado que buscas. La idea que las sustenta es tu esencia misma y tu mejor cara las ilumina. ¿No las sientes? Están tatuadas en tu alma, tan sólo mira dentro y podrás saltar tan alto como quieras.
Sólo siéntate en una nube. Abre tu diario y léelas, no llores, ya lloraste bastante, sólo queda la sonrisa.
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